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OPINIÓN >> Se buscan médicos para las áreas periféricas

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Publicado el 01/06/2021
 Elaborado por nuestra vicepresidenta, delegada y médica de Urgencias, Soledad Guillén, y publicado en prensa regional

Publicado en el diario La Opinión de Murcia el 1 de junio de 2021
 
El déficit de médicos que presenta el Sistema Nacional de Salud es un hecho que se constata, diariamente, en determinados servicios de hospitales, tanto en los que cubren la asistencia sanitaria en áreas periféricas y los que ofrecen atención en el centro de la ciudad como en los Equipos de Atención Primaria, en los que los profesionales son todavía más escasos en zonas alejadas de los grandes núcleos de población.
 
No solamente existe una carencia de médicos en España; también ocurre en Europa. La fama de nuestros profesionales trasciende fronteras y son muy demandados en el resto de países, dada su alta preparación y su excelente formación vía MIR.
 
En la Región de Murcia, tal y como las organizaciones profesionales hemos denunciado desde hace muchos años, también necesitamos más facultativos para poder atender, con calidad, a los ciudadanos.
 
Recordemos que, desde 2012, la oferta de plazas MIR ha ido en descenso –año tras año-, debido a la crisis económica y el mantenimiento de las tasas de reposición, que han sido igual a cero en los años más duros.
 
Frente a este escenario y añadiendo la falta de previsión de nuestros políticos, nos encontramos con un panorama desolador: no tenemos facultativos disponibles para cubrir los periodos vacacionales de los médicos en activo, las bajas maternales y paternales, las IT, excedencias, permisos sin sueldo, y otros derechos de los trabajadores.
 
Además, el envejecimiento de la población, la cronicidad y el incremento de la esperanza de vida acarrea la necesidad de más cuidados y dedicación a cada paciente por patologías complejas y multifactoriales.
 
A la ausencia de políticas de Recursos Humanos, la poca planificación y la errada gestión se suma a líneas de trabajo poco definidas de carteras de servicios por áreas o centros.
 
La necesidad de médicos se palpa, todavía más, en zonas alejadas de las grandes ciudades –hospitales periféricos, comarcales y centros de salud retirados del área metropolitana-.
 
Estas áreas tienen más dificultades para ocupar determinados puestos de trabajo. Esto es un grave problema, sobre todo para los propios profesionales, que tienen que desempeñar su trabajo con plantillas raquíticas, largas listas de espera y consultas muy numerosas –que pueden alcanzar 60 pacientes al día en Atención Primaria y 25 en hospitales-.
 
Las cargas de trabajo son inasumibles para el profesional y para el propio enfermo, que no puede recibir la asistencia de calidad que necesita.
 
Los médicos no somos sustituidos porque las Bolsas de Trabajo están agotadas todo el año. Cuando un profesional está ausente, nuestros enfermos se reparten entre los compañeros del equipo, de forma que un médico tiene que hacer el trabajo de varios, incluso asumir la asistencia de toda la población del área en la que trabaja.
 
La Administración es la responsable de garantizar la asistencia sanitaria de calidad a toda la población, gestionar y distribuir los recursos sin crear diferencias ni ciudadanos de primera y de segunda y asegurar plantillas suficientes y adecuadas en todas las áreas sanitarias con carteras de servicios bien definidas y poner toda su voluntad en ello, sin excusas.
 
La solución está en incentivar el trabajo en las áreas de salud periféricas. ¿Cómo?
 
En primer lugar, con voluntad política. Los gobiernos deben tener la intención de resolver este preocupante problema y, a partir de ahí, valorar las posibilidades y opciones para ponerlas en marcha: incentivos económicos, en formación e investigación y méritos profesionales.
 
Lo que no es de recibo es mirar hacia otro lado y dejar marchar a los pocos médicos que desean trabajar en estas áreas deficitarias. Estos compañeros se han dejado la piel en hospitales y centros de salud comarcales y se ven abocados a trabajar en otros lugares por la falta de contratos dignos y estables y condiciones de trabajo aceptables.
 
En un año tan difícil como el que hemos pasado, los facultativos merecen descansar y sentir que la Administración está poniendo de su parte y que nuestros dirigentes velan por la salud de la población y de sus profesionales, que son los que han mantenido en pie el sistema en los momentos más complicados.
 
 
Los médicos esperamos que la Administración arbitre las soluciones necesarias para una distribución justa y equitativa de los recursos sanitarios.

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