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1. ¿Sobre qué tema trata tu trabajo y por qué elegiste esta temática?
Mi comunicación trata sobre la difusa línea que existe entre la necesidad terapéutica y la conspiración del silencio en muchas ocasiones, así como el conflicto que suscita entre los principios bioéticos de autonomía y no maleficencia. Es un tema que ya me empezó a llamar la atención durante mi rotación por Medicina Interna y que ha continuado estando presente durante mi rotación rural en centro de salud, donde surgió el conflicto bioético a raíz de un caso que habíamos tenido en nuestra consulta. En él, la hija de un paciente nos había pedido de forma expresa que no informáramos a su padre del reciente diagnóstico de carcinoma colorrectal objetivado en una colonoscopia y que nos generó dudas a nivel ético sobre cómo actuar. Por otro lado, a nivel personal, también me sentí inspirada por haber tenido personas cercanas que se han visto en este dilema en algún momento de su vida.
 
2. ¿Cuánto tiempo has trabajado en ello y dónde y cómo ha sido el proceso de gestación y elaboración?
Al ser un tema muy humano e interesante para mí, logré desarrollar con cierta soltura este trabajo, elaborándolo en alrededor de dos semanas, aproximadamente. Para ello estuve leyendo diferentes revistas de bioética y guías de actuación, informándome adecuadamente sobre el tema a tratar. 
La búsqueda la realicé en casa, mayormente en mi tiempo libre, aunque también aprovechaba los días en los que acabábamos la consulta temprano para seguir avanzando y recopilando información. Al tratarse de un tema que he vivido muy de cerca, me pareció muy amena la búsqueda y el desarrollo de esta comunicación.
 
3. ¿Por qué decidiste optar a este Premio del I Congreso Regional de Residentes de CESM?
Siempre me he considerado una persona muy participativa, sobre todo si puede ayudar a mi formación como residente, por lo que en cuanto me enteré de la organización de este congreso decidí participar y animé a mis compañeros de residencia a ello, sin imaginarme la posibilidad de ser una de las premiadas. Por tanto, más que participar para optar a premio, participé por puro placer y satisfacción personal, superando mis propias expectativas al haber sido premiada.
 
4. Dado que España no es un país que apueste por la investigación si lo comparamos con nuestros vecinos europeos, ¿crees que los médicos tienen apoyos suficientes en este ámbito?
Creo que no existe un adecuado apoyo en el ámbito de la investigación o que podría ser mejorable. Además de apoyo económico también hace falta mejorar las condiciones de los investigadores, así como algún tipo de conciliación o tiempo exclusivo para ello, y no todo el mundo cuenta con esa posibilidad. Quizá si mejoráramos esta piedra angular se favorecería la investigación y la motivación de los más jóvenes.
 
5. ¿Qué tipo de medidas crees que se podrían tomar para aumentar la capacidad investigadora del país?
Se podría valorar la posibilidad de la conciliación, dedicación exclusiva a la investigación o mayor apoyo económico para los investigadores. Si mejoráramos las condiciones en la investigación, es muy probable que mejorase la capacidad investigadora en España.
 
6. Existe preocupante éxodo de médicos jóvenes y formados que tienen que buscar salidas profesionales lejos de nuestras fronteras. ¿Qué te parece esta situación y cómo crees que se podría luchar contra ello?
Al final, cada persona es un mundo. Las condiciones laborales de muchos médicos y la calidad asistencial en este país son bastante mejorables y, en ocasiones, cuando no se cumplen tus expectativas después de tantos años de estudio, sacrificio y dedicación, es habitual que se baraje la posibilidad de buscar otras opciones que se adecuen a lo que cada uno cree que merece. 
 
7. ¿Cuál te gustaría que fuese el resultado de tu trabajo?
Con el resultado de mi trabajo me gustaría hacer saber a quienes todavía lo desconozcan que informar al paciente sobre su patología es más beneficioso que perjudicial para éste, aunque pueda aumentarle la angustia y la preocupación a corto plazo al ser conocedor de su situación. De este modo, el paciente puede contar con la posibilidad de expresar sus miedos, preocupaciones y expectativas de vida, así como ayudarle a establecer un mejor vínculo médico-paciente, aumentando su confianza y capacidad de comprensión. 
Por tanto, me gustaría que el resultado de esta revisión sea resolver la duda de cómo actuar ante el conflicto entre el principio de autonomía, con la obligación de informar al paciente, y el principio de no maleficencia, con la obligación de proteger del daño.
 
8. ¿Qué balance haces del Congreso en cuanto a ponencias y punto de encuentro entre compañeros? 
El balance para mí ha sido muy positivo. Era la primera vez que asistía a un congreso regional y me he llevado una grata sorpresa, puesto que, al ser la primera edición y no tener referencias previas, no me hacía una idea de cómo podía desarrollarse, siendo todo un acierto. Ha sido un congreso diferente, tratando temas muy interesantes a nivel bioético y legal, aspectos que en muchas ocasiones desconocemos como residentes y que no dejan de ser igual de importantes para nuestra formación.
Además, el compartir la experiencia junto con compañeros y amigos de residencia ha hecho que lo disfrutemos todavía más.